Comenzaremos el día visitando Jam Gadang, la icónica torre del reloj, y daremos un pequeño paseo por sus alrededores para sentir el ritmo de la vida local. También nos dirigiremos a Batu Sangkar, el pueblo que alberga el Palacio Pagaruyung, la réplica de la antigua residencia del rey Minangkabau. Será una oportunidad fantástica para conocer más sobre esta comunidad, aprender sobre la historia de la región, sus tradiciones y su particular arquitectura, que destaca por tener los techos curvados.

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Por la tarde visitaremos el valle de Harau, un área Minangkabau de gran belleza donde pasaremos las siguientes dos noches. Durante nuestra estancia aquí podremos observar y participar en el día a día de esta comunidad, acompañándolos en sus tareas diarias y conociendo su forma de vida. Si tenemos suerte, podremos asistir a alguna celebración local. Durante los sábados suelen realizarse bodas, y junto a nuestro guía local intentaremos encontrar ceremonias en la que podamos participar y disfrutar aún más de la vida y las tradiciones de esta región. Además, caminaremos por los arrozales y los impresionantes paisajes que hacen de Harau un lugar único en el mundo.

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Mientras regresamos de vuelta a Padang pararemos en algunos pueblos tradicionales para apreciar algunas de las últimas “Rumah Gadang”, las casas tradicionales de la comunidad Minangkabau. Se caracterizan por su distintiva arquitectura, sobre todo por sus techos elevados y puntiagudos, que simulan cuernos de búfalo. Su nombre en idioma minangkabau significa literalmente “casa grande”.
Una vez en Padang, aprovecharemos para descansar y hacer los últimos preparativos antes de dirigirnos a nuestro próximo destino.

Desde Padang tomaremos un ferry para llegar hasta Muara, la capital de la isla de Siberut; hogar de los Mentawai y famosa por su naturaleza salvaje y su selva impenetrable. Cruzaremos el río en una canoa motorizada hasta la aldea de Kulukubuk, que nos servirá de base de operaciones a la hora de aclimatarnos a la humedad y a las altas temperaturas (La isla tiene una media de 28ºC y, aunque iremos en temporada seca y es poco probable que llueva, el clima tropical hace que la humedad ambiente sea muy alta). Desde aquí acabaremos de ultimar los detalles logísticos que nos permitirán acceder a las aldeas más remotas de la comunidad.

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Pasaremos los próximos días conviviendo con una familia de la comunidad Mentawai, acompañándoles y ayudándoles en sus quehaceres diarios: construir y reparar las viviendas tradicionales, tejer cestas de pesca, preparar el veneno con el que impregnan sus flechas, participar en las cacerías, recoger plantas, triturar y procesar el sagú… Dormiremos todos juntos en una de sus chozas, que son humildes y con un estándar muy alejado de los alojamientos que hemos vivido durante los últimos días. Contaremos con mosquiteras individuales, aunque las infraestructuras serán básicas, sin agua corriente ni electricidad. Tampoco tendremos baños ni duchas; el agua del arroyo nos servirá para asearnos.

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Nuestro equipo se encargará de preparar los desayunos, comidas y cenas, que serán sencillos y compuestos principalmente por arroz, huevos, vegetales y fruta. Quien quiera tendrá también la oportunidad de aprender a cocinar los platos típicos junto a la familia. Para beber, potabilizaremos el agua del río. 

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Durante los últimos tres últimos días en la selva estaremos moviéndonos con los miembros de la comunidad en una serie de trekkings que nos llevarán a localizaciones más remotas. No hace falta tener experiencia haciendo senderismo, ya que las rutas no tendrán grandes desniveles, pero si muchas ganas de caminar y una buena gestión de la frustración, ya que el suelo de la selva estará lleno de barro y en ocasiones resultará resbaladizo. La recompensa será poder vivir en primera persona una experiencia que muy pocos van a tener a lo largo de sus vidas.

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Nuestra idea es poder sumergirnos completamente en el estilo de vida de los Mentawai y acompañarles, siempre que nos sea posible, para poder comprender en profundidad su cultura, sus costumbres y su forma de entender el mundo.

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Después de desayunar y despedirnos de la comunidad, pondremos rumbo al puerto de Muara en furgonetas pick up y canoas motorizadas. Allí comeremos antes de coger el ferry hacia Padang. Una vez en la ciudad, descansaremos, nos daremos nuestra primera ducha en mucho tiempo con agua caliente y disfrutaremos de la comodidad de un alojamiento convencional. Durante nuestra cena de despedida aprovecharemos para recordar los momentos vividos y comentar el viaje inolvidable que acabamos de experimentar.

¡Ha llegado el momento de volver a casa! Un transfer nos llevará hasta el aeropuerto, donde cogeremos los vuelos de vuelta hasta nuestro país de origen… hasta que nos veamos en la próxima aventura ;)